LA CULTURA, UN CORAZÓN DE UN PAÍS SIN LATIDO…

                                                          y “nadie” quien la salve.

             En los últimos días hemos podido ver en todos los medios de comunicación del país (bueno…en todos no), noticias sobre la falta de actividad o mejor dicho la INACTIVIDAD TOTAL de los representantes políticos, liderados por el Ministro de Cultura y Deportes, Don José Manuel Rodríguez Uribes (Valencia 1968), respecto de la toma de decisiones y medidas en el sector cultural.

          El Sindicato de Artistas Líricos de España (ALE) hizo público un durísimo comunicado remitido al Ministro el cual señala:

         “Tristeza y decepción absoluta”. Este es el título que define nuestro estado de ánimo tras la comparecencia, ayer, del Ministro de Cultura y Deportes, José Manuel Rodríguez Uribes. No hay peor liderazgo que la ausencia del mismo, estimado Ministro. Desde A.L.E, hemos sido comprensivos, cercanos, condescendientes y pacientes con su gestión; nos hemos creído que su petición de propuestas al sector cultural de país iba encaminada a proponer medidas urgentes que paliasen los efectos devastadores que la crisis del Covid19 está teniendo sobre nuestro colectivo.

         Pero hoy nos preguntamos ¿para qué? ¿Para qué las reuniones telemáticas para que le expusiésemos dichas propuestas, Sr. Ministro? ¿Para qué pedirnos le hiciésemos llegar Documentos, Medidas y Dosieres? Visto y Oído lo de ayer tal pareciese que fuera para sacarse fotos y publicarlas en redes porque, o no las ha leído, o ha hecho caso omiso de las mismas.

          Tristeza y decepción, Sr. Rodríguez Uribes, al ver y oír ayer a un Ministro que claudica de sus obligaciones, como si buscase una palmadita en al hombro por no hacer ruido y no pedir cosas, renunciando a defender a aquellos que dependemos y estamos al amparo de su ministerio”.

Sinceramente creo que no se puede ser más claro ni contundente y aún menos plasmar mejor la realidad tal y como es.

          Como suele ser habitual por desgracia, el sector artístico-cultural es uno de los primeros que se ve afectado en situaciones complicadas como por ejemplo la que estamos viviendo, y también suele ser el último en salir y recuperarse. ¿El motivo? El motivo es muy simple. El sector no es el primero en entrar y el último en salir, el sector siempre, en todo momento se encuentra afectado por una crisis o una mala gestión.

         Debemos recordar que la cultura no está únicamente formada por superestrellas o grandes artistas etc, sino por artistas, normalmente autónomos cuyo trabajo y por tanto nivel de ingresos no es ni aproximado al de ellos/as.

        A modo de ejemplo, una parte importante de trabajadores/as dentro del sector cultural son autónomos que ven como su trabajo y sus ingresos son totalmente irregulares, es decir, pueden haber meses buenos y otros malos, e incluso suele ser habitual que exista una concatenación de meses en los que no se perciben ingresos puesto que no hay trabajo o que habiéndolo no se remunera hasta la finalización del mismo. Ya no hablemos de los/las autónomos que en realidad son falsos autónomos.

¿Tiene razón el Ministro?

          La siguiente afirmación os puede parecer ilógica, pero lo importante de todo lo dicho anteriormente es que el Ministro en su intervención si que estuvo acertado. Sus palabras fueron las siguientes:

      “… no es el momento de activar recursos para el sector porque hay otras prioridades. No hemos movilizado fondos específicos porque hemos movilizado fondos transversales. Ya llegará el momento de impulsar y reimpulsar para la cultura y el deporte. Hoy toca pensar en los enfermos, en salvarles la vida y en parar el virus. Y cuando lo consigamos, haremos todo para reactivar la cultura ….. Primero va la vida y luego el cine, aunque la vida sin el cine y la cultura tiene poco sentido”, sentenció citando a Orson Welles.

          En mi opinión tiene toda la razón, ahora mismo nuestra única meta y por lo tanto propósito debería ser enfocar todos nuestros esfuerzos en frenar al COVID-19 y salvar el mayor número de vidas posibles. Respecto al sector económico y en especial nuestro, el artístico-cultural, lo ideal sería que no estuviera inmerso en tantos problemas ni estuviera falto de tomar decisiones correctas que apoyen, construyan o reconstruyan y afiancen el sector, que al parecer, y como siempre ha sido,  únicamente lo sostienen aquellos/a que lo forman y de verdad lo necesitan y aprecian.

Pero no, no es así, no lo ha sido nunca y ahora mucho menos.

           Como bien decía mi abuela, las decisiones y las medidas se deben de tomar en “tiempo de vacas gordas”, y no en “tiempo de vacas flacas”. El problema consiste en que las Entidades Representantes del Sector si que han solicitado una nueva legislación antes de que nos encontráramos en la actual situación del COVID-19, en especial en 2018-2019.

El Estatuto del Artista.

              Esta posible nueva legislación consistía en la creación del Estatuto del Artista (o del Creador). El Consejo de Ministros, en 2018 aprobó un Real Decreto por el que se ponían en marcha actuaciones que desarrollaban el Informe aprobado por el Congreso de los Diputados sobre el Estatuto del Artista.

               El Real Decreto supuso la concreción de parte de las 75 medidas planteadas entre las cuales:

.- La bajada del IVA a los servicios prestados por autores y creadores a productores y empresarios del 21% al 10%.

.- La reducción en cuatro puntos porcentuales en la retención del IRPF a los rendimientos del capital mobiliario procedentes de la propiedad intelectual cuando el contribuyente no sea el autor.

.- La inclusión de los artistas en la Seguridad Social en sus períodos de inactividad, y la protección de la trabajadora cultural embarazada o en periodo de lactancia.

.- La compatibilidad entre la pensión de jubilación y los rendimientos derivados de la propiedad intelectual (esencialmente los derechos de autor).

             Algunas de estas medidas si que entraron en vigor mediante el Real Decreto-ley 26/2018, de 28 de Diciembre (BOE de 29 de Diciembre) el cual persigue mejorar las condiciones de todos los trabajadores de la cultura adecuando la normativa que le es de aplicación a las especialidades del trabajo artístico, caracterizado por la heterogeneidad, la acusada inestabilidad y, en especial, por su intermitencia.

          Pero el resto de medidas, al igual que el propio Estatuto del Artista, sigue sobre la mesa (o dentro del cajón), a la espera, cogiendo polvo, capa tras capa…

¿La Cultura, bien de primera necesidad?

           Todos y cada uno de nosotros/as formamos parte de la cultura, bien directa o indirectamente. Durante estos días todos/as, absolutamente todos/as al igual que hemos consumido alimentos también hemos consumido arte y cultura. Entonces, ¿el arte y la cultura se considera de primera necesidad?. Claramente no se considera pero sí que lo son, porque imaginaros todos estos días si no tuviéramos un libro, una película, una canción, una exposición virtual, un puzle etc etc.

        Me parece muy “curioso” que nuestro Ministro de Cultura y Deportes, el encargado de defender nuestros intereses no conozca la situación en la que se encuentra habitualmente el sector y más todavía en este momento. Bueno, pensándolo bien y esperando que sea así, no creo que no lo conozca sino que el cargo es el cargo y en estos momentos interesa más “una palmadita en al hombro por no hacer ruido y no pedir cosas, renunciando a defender a aquellos que dependemos y estamos al amparo de su ministerio”. Creedme que esta decisión le pasará factura en un futuro no muy lejano.

¿Posibles soluciones?

           La verdad, es muy complicado que el Ministro tras las declaraciones realizadas dé marcha atrás y presione a su Gobierno a tomar medidas destinadas a reanimar al sector cultural. La presión no la tiene él, sino todos/as nosotros/as. Hemos de pensar que ahora estamos al comienzo de la crisis, pero otros sectores comenzarán a producir en poco tiempo mientras que el nuestro será el último (lo cual es lógico) y sin fecha programada. Falta un largo camino por recorrer hasta que podamos volver a realizar eventos con grandes aglomeraciones. Por esto mismo se necesitan medidas urgentes, realistas y sobretodo permanentes.

Además de la creación de ayudas directas, necesitamos dos medidas urgentemente:

1º La extensión de los ERTEs.

            El sector va a ser el último al que se le permita volver a la actividad. No después de que finalice el estado de alarma, sino cuando se pueda garantizar la seguridad tanto a los/las propios/as trabajadores/as como a los/las asistentes. Esta fecha a día de hoy no la conocemos.

2º  IVA Cultural. Del 21% al 10%.

            No se debe considerar una medida dirigida a “pagar menos”, sino a crear más demanda de actividad y por lo tanto creación de empleo. Lo que el Estado deje de cobrar en IVA lo recuperará como IRPF y cotizaciones de la Seguridad Social. A modo de ejemplo, en Alemania el IVA es del 7%; en Francia está entre el 2,1 y el 5,5%. En Argentina es el 0%.

            A pesar de la crisis e intentando obtener lo único positivo de la situación, podemos decir que esta es una de las mejores oportunidades que vamos a tener para reivindicar la importancia de la cultura en nuestro país y la necesidad de que las Autoridades y el Gobierno la defiendan, la protejan y le den la relevancia que merece. Algo que si ha ocurrido en países como Francia, Alemania e Italia.

ALEMANIA. “La Cultura bien de primera necesidad”

        La cultura en Alemania es de las primeras que recibirá ayudas inmediatas para hacer frente al coronavirus. Unos días después que la ministra de Cultura alemana, Monika Grütters, elevara la cultura entre “los bienes de primera necesidad”, ha anunciado nuevas medidas económicas destinadas a los autónomos y las pequeñas empresas, que incluye también la cultura y las industrias creativas. Concretamente, un paquete de ayudas de 100 mil millones de euros para sostenimiento del empleo y una línea de liquidez ilimitada a la que podrán acceder desde grandes teatros hasta pymes y profesionales afectados por la cuarentena cultural. Señalando que “Soy consciente de que esta situación supone una gran carga para las industrias culturales y creativas, y en particular para las instituciones más pequeñas e independientes. Puede poner a los artistas en una angustia considerable, garantizando un programa de supervivencia al que podrán acogerse artistas e instituciones.

         Al igual que en el contexto de la crisis financiera de 2008, «en esta situación también reconocemos que la cultura no es un lujo y ahora estamos comprobando cuánto nos hace falta si tenemos que prescindir de ella por un tiempo determinado», ha dicho, incluyendo así tácitamente a la cultura entre los bienes de primera necesidad. «No solo debe valernos la economía, sino también nuestro paisaje cultural, que ha sido muy afectado por las cancelaciones”.

FRANCIA.

          El ministerio de Cultura francés ha anunciado ayudas “de urgencia” por 22 millones de euros: 10 irán al sector musical, para los “profesionales más fragilizados”. Y el Centro Nacional de la Música suspenderá en marzo la recaudación de su impuesto en taquilla. El sector de espectáculos en vivo no musicales, especialmente el teatro privado, contará con 5 millones “con una atención particular al mantenimiento del empleo”. La misma dotación tendrá el fondo para las “dificultades inmediatas de editores, autores y libreros”. Además, el Centro Nacional del Libro abonará las subvenciones de eventos anulados, al igual que en el sector audiovisual. El fondo para las galerías y centros de arte es de dos millones.

        En el cine y el audiovisual, se ha suspendido en marzo el vencimiento de pago de la tasa que los exhibidores pagan al Centro Nacional de Cine sobre las entradas. Este organismo se ha comprometido a abonar, “de forma anticipada”, los apoyos previstos a las salas de arte y ensayo y a la distribución. Y el Gobierno facilitará también las condiciones de cálculo y cobro del paro de los trabajadores intermitentes mientras dure el confinamiento. “Lo que está en juego es el futuro mismo de nuestro modelo cultural”, ha dicho el ministro, Franck Riester.

        Otra medida que se está negociando en Francia es el compromiso de todas las administraciones de pagar todos los gastos culturales a los que se había comprometido antes de la crisis. Es decir: si un ayuntamiento tenía contratado un festival literario en mayo y lo ha cancelado, Francia se compromete a que va a pagar todos los honorarios.

ITALIA.

          El Gobierno Italiano ha dedicado a la cultura y el turismo una pequeña partida de los 25.000 millones de euros que ha movilizado frente a la pandemia. El Gobierno invertirá 130 millones en la creación un fondo de emergencias para los espectáculos en directo, el cine y el audiovisual, con el objetivo de favorecer su reactivación, a través de iniciativas aún por definir. Además, los empleados y empresarios de la cultura podrán beneficiarse de moratorias en el pago de impuestos y cotizaciones a la seguridad social. El Ejecutivo también se hará cargo del reembolso, a través de vales, de las entradas ya adquiridas para espectáculos, cines, teatros o museos.

ESPAÑA.

           Como he dicho el sector necesita medidas urgentes pero permanentes. Necesita que todas las partes estén unidas en un mismo objetivo y contra un mismo enemigo, la precariedad. Ahora es uno de los mejores momentos para comenzar el camino y debemos de tener claro que si no ponemos nosotros la primera piedra, la cual debe de estar sostenida por los cimientos de las Instituciones públicas el camino será corto. ¿Mientras tanto?

LA CULTURA, UN CORAZÓN DE UN PAÍS SIN LATIDO… y “nadie” quien la salve. reanimada por los/las de siempre.

 

David Miguel García Gómez.

Abogado Fundador Departamento Iuris Art.